Todo empezó porque mi madre me regaló un libro con recetas de arroces y yo quería probar algún risotto nuevo, porque en casa nos gustan mucho y los hacemos con cierta frecuencia. Estaba yo buscando alguno que llevase espárragos (estamos en temporada y a mí me encantan) y me encontré con esto. Y ya me descentré, porque ¿nos gusta el arroz con leche? Mucho. ¿Nos gustan los batidos? Mucho. ¿Es una receta fácil de hacer? Mucho. Y yo es que me descentro con facilidad.
Sólo dos consejos antes de ponernos a ello: El primero, que el arroz tiene que reposar en la leche durante unas doce horas, así que ésta es la típica receta que conviene dejar medio hecha la noche anterior. Y el segundo, vais a necesitar una buena batidora y bastante paciente para triturar bien el arroz y que no queden grumos. ¿Estamos todos listos? ¡Pues vamos allá!