De todas las recetas de tortitas que conozco (y estoy convencida de que existen más recetas de tortitas que días del año), ésta es con diferencia la más fácil de hacer, al menos en lo que se refiere a la masa. A la hora de freírlas supongo que os pasará lo que me pasa a mí siempre: la primera se os quedará medio cruda y se romperá toda al darle la vuelta, la segunda se os quemará y a partir de la tercera ya le habréis pillado el punto al fuego y las tortitas saldrán en su punto.
La receta original sugería acompañarlas con yogur y fruta cortada en trocitos. Haced lo que queráis, pero yo cuando quiero desayunar sano me tomo un tazón de cereales integrales. Si hago tortitas es para acompañarlas de sirope de arce. O nata montada. O chocolate. ¡O las tres cosas!
Tortitas fáciles
(Para 8-10 tortitas)
1 taza (tipo mug) de leche
1 taza (la misma) de harina con levadura
1 huevo grande
Una pizca de sal
Mantequilla (para la sartén)
- Mezclamos en un bol todos los ingredientes y los dejamos reposar 10 minutos.
- Derretimos un poco de mantequilla en una sartén, a fuego medio, y vertemos un poco de masa (yo utilizo como medida un cucharón de sopa) para hacer una tortita.
- Cuando empiezan a aparecer pequeñas burbujas en la superficie es el momento de darle la vuelta. Con una espátula o una espumadera, y un poco de cuidado (¡pero sin miedo!), le damos la vuelta a la tortita.
- Dejamos que se cocine por el otro lado, y listo. Ponemos un poquito más de mantequilla en la sartén y repetimos la operación.
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(Encontré la inspiración en el libro La Escuela de Cocina de Jamie Oliver, y aquí tenéis la receta en vídeo explicada por el propio Jamie con sus hijas Poppy y Daisy. ¡Qué cosa tan tierna!)
La cocina diminuta 