Granola de plátano, chocolate y crema de cacahuete (vegana, sin gluten y sin lactosa)

 

Ya sé que no hace mucho que os traje la última receta de granola, pero los enanos insistieron. Les encantan los “cereales especiales”, como les llaman ellos, y además siempre les dejo ayudarme a prepararlos (aunque eso signifique que voy a acabar barriendo copos de avena pegajosos de todos los rincones de la cocina). Elegimos esta versión porque tiene tres de las cosas que más les gustan del mundo: crema de cacahuete, plátano deshidratado y chocolate.

Como con todas las granolas, lo único que hay que hacer es mezclar bien los ingredientes y tostarlos al horno. Os pongo la temperatura y los tiempos que funcionan con el mío, que con los cereales se vuelve bastante temperamental, pero os recomiendo estar pendientes de los vuestros mientras se hornean y sacarlos cuando veáis que ya tienen un bonito color dorado pero antes de que se quemen.

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Yogur helado de sandía y plátano (vegano y sin azúcar añadido)

El verano no es verano sin helados. Mis niños están como locos con ellos (cada vez que ven un cartel por la calle hay que pararse a revisar uno por uno cuáles tienen pegatina de «sin gluten»), pero ya os podéis imaginar que no me entusiasma que coman muchos, porque incluso los artesanales van bien cargaditos de azúcar. Así que, como todos los años, prefiero hacer yogur helado en casa, con frutas y sin azúcar añadido.

Si acertáis con la combinación de ingredientes (por aquí ya hemos probado otras veces con frambuesas + miel y mango + plátano), el resultado es un postre cremoso, dulce y tan rico como cualquier helado que podáis comprar por ahí (¡o más!). Además, es facilísimo de hacer: la única pega es que hace falta tener una batidora muy potente para hacerlo, pero si contáis con una, ¡no dejéis de probar!

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Granola de plátano, chocolate y crema de cacahuete (sin gluten)

Sí, ya sé que la semana pasada os dejé colgados y sin receta. Mi vida está un poco patas arriba últimamente y además los niños están comiendo tantos dulces fuera de casa (helados, campamentos, cumpleaños…) que aquí lo que les toca es fruta, fruta y más fruta. Ellos encantados, que la fruta de verano les encanta (las cerezas, especialmente, les vuelven locos), pero mientras el blog se me queda un poco abandonado. ¡Intentaré cuidarlo más a partir de ahora!

Hoy os traigo una receta para darle vidilla a vuestros desayunos: granola de plátano, chocolate y crema de cacahuete. Lleva avena, quinoa y pipas al natural, que son cosas muy sanas, pero no nos engañemos, que la granola es la prima golosa del muesli… No vale para tomarla todos los días y sentirse uno estupendo, ¡pero es genial para darse un caprichito los fines de semana!

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Tarta de limón y miel (sin gluten y sin lactosa)

Esta semana vamos tarde y a rastras, pero estamos en un período de transición vital y ya sabéis que eso siempre es un lío. Si a eso sumamos el fin del colegio, los campamentos, las actividades al aire libre y la megalimpieza que debería hacer en mi casa en cuanto tenga un minuto… Pues eso, que nos pilla el tren y llegamos tarde con la receta. ¡Pero aún estáis a tiempo para prepararla como postre este fin de semana!

Lo que os traigo hoy es una tarta de limón, pero no la clásica tarta de limón y merengue: ésta tiene una base de avena y está endulzada con miel, que se deja notar en el sabor sin resultar empalagosa. ¡Probadla, ya me diréis cuál de las dos versiones os gusta más: la tradicional o ésta!

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Queso fresco casero

Hace medio millón de años me apunté con dos amigas a una clase de hacer queso. Nos explicaron los conceptos básicos y además hicimos un queso fresco, y me pareció todo tan divertido que, si no fuese porque lo de conseguir cuajo me resultaba un poco complicado, me hubiese puesto a hacer quesos como loca nada más salir de la clase.

Y así estuve hasta el verano pasado… cuando descubrí que en realidad no necesitas cuajo para hacer queso fresco: puedes prepararlo con zumo de limón o yogur y leche fresca pasteurizada (de la que venden en la zona de refrigerados en los supermercados). Hay varias maneras de hacerlo, yo os voy a contar la que, para mi gusto, da mejor resultado: Un microondas (o un cazo) y un molde (los venden baratísimos en internet, pero se puede sustituir por un colador o un paño fino) son el sofisticadísimo equipamiento que vamos a utilizar.

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