Tortitas de zanahoria

Pues nada, que llevamos un mes de lluvias. Bueno, ahora (que ya es septiembre, ha empezado el cole y estamos todos de vuelta en el trabajo) hace sol. Pero el mes de agosto lo único que me impidió ponerme las botas de agua fue mi dignidad personal. Sí, fui con los pies mojados varios días. Y sí, me acatarré. A ver, tampoco es que llevase sandalias (hubieran salido flotando en los charcos), pero igual las zapatillas de lona no son lo mejor para los diluvios veraniegos.

Y por eso estoy ya con recetas otoñales. Calentitas. Mimosonas. Con su canela y su jengibre. Como estas tortitas de zanahoria, que son el desayuno perfecto para los días lluviosos. Bueno, también para los soleados, pero de esos hay menos por estas verdes tierras. Eso sí: no son la receta más rápida del mundo, porque hay que rallar la zanahoria muy finita para que las tortitas no queden crujientes. No todo van a ser recetas para vagos…

Tortitas de zanahoria
(Para 12-14 tortitas)

150 gramos de harina
2 cucharaditas de levadura química (tipo Royal)
1 cucharadita de canela
Una pizca de nuez moscada
Una pizca de jengibre
Una pizca de sal
50 gramos de azúcar
180 ml de buttermilk (o 180 ml de leche con una cucharadita de zumo de limón)
1 cucharada de aceite de oliva suave (o de girasol) + aceite para la sartén
2 huevos
300 gramos de zanahorias

1. Lavamos y pelamos las zanahorias y las rallamos muy finitas (porque las tortitas se hacen tan rápido en la sartén que a la zanahoria no le da tiempo a cocinarse, y si no se notan mucho al comerlas).
2. En un bol mediano tamizamos juntas la harina, la levadura química, las especias y la sal. Reservamos.
3. En un recipiente grande batimos juntos el azúcar, el buttermilk, el aceite y los huevos. Añadimos la harina y revolvemos hasta obtener una mezcla homogénea. Por último, agregamos la zanahoria y removemos para que quede bien repartida.
4. Ponemos un poco de aceite en una sartén, a fuego medio, y vertemos un poco de masa para hacer una tortita. Tras uno o dos minutos, cuando empiecen a aparecer burbujas en la superficie, es el momento de darle la vuelta. Con una espátula o una espumadera, le damos la vuelta a la tortita y dejamos que se cocine por el otro lado.
5. Servimos calentitas, solas o con nata montada.

(Encontré la inspiración en Tracey’s Culinary Adventures, y con esta receta participo en el HEMC#69, organizado por Cris de LeBonVivant)