Tortitas esponjosas

tortitas super esponjosas

En esta vida hay algunas verdades absolutas: el sol sale por la mañana, la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos y la única forma de conseguir unas tortitas muy, muy, muy esponjosas es batir las claras a punto de nieve. ¿Es un rollo? Sin duda. ¿Compensa el esfuerzo? Absolutamente. ¿Es la receta que hay que hacer siempre? No creo: yo para desayunar suelo hacer las tortitas rápidas y fáciles que ya conocéis, éstas son más bien para días especiales. Además, si no tenéis una batidora con varillas, montar a mano las claras a punto de nieve es un horror. Yo la última vez que lo hice fue cuando estaba de Erasmus, y porque en aquella época tenía mucho tiempo libre y muy poco sentido común.

Eso sí: con tiempo y batidora, esta receta es infalible. Es la que usaba mi madre, vamos, que llevamos décadas mejorando la receta original.

Tortitas muy, muy, muy esponjosas
(Para 10-12 tortitas)

2 huevos
2 cucharadas de aceite de oliva suave (o de girasol)
8 cucharadas de leche
4 cucharadas de agua
2 cucharadas de azúcar
150 gramos de harina
½ cucharadita de levadura química (tipo royal)
Una pizca sal
Mantequilla, para la sartén

  1. Con una batidora de varillas (o a mano y con mucha paciencia) batimos las claras de los huevos a punto de nieve.
  2. Mezclamos la harina, el azúcar y la levadura química y reservamos.
  3. En un recipiente grande batimos las yemas con el aceite, la leche y el agua. Añadimos la mezcla de harina y azúcar y removemos hasta que no queden grumos.
  4. Con una espátula y mucho cariño incorporamos poco a poco las claras montadas (con cuidado para no aplastarlas y no quitarles el aire que tanto trabajo nos ha costado darles).
  5. Derretimos un poco de mantequilla en una sartén, a fuego medio, y vertemos un poco de masa para hacer una tortita. Cuando empiezan a aparecer pequeñas burbujas en la superficie es el momento de darle la vuelta. Con una espátula o una espumadera, le damos la vuelta a la tortita y dejamos que se cocine por el otro lado.

(Encontré la inspiración en el libro ‘Berta culmina su trilogía de cocina’, de Berta Guimaraens… pero no os puedo poner ningún enlace porque me da la impresión de que está totalmente descatalogado.)

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