Granola de canela y cardamomo (sin gluten)

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El monstruito y yo intentamos hacer granola de crema de cacahuete. ¡Qué drama! La primera versión resultó un engrudo pegajoso, inmanejable e intragable. A la basura. La segunda tenía mejor pinta, pero se carbonizó en el horno en cuestión de minutos (un misterio digno de Cuarto Milenio, porque la temperatura estaba bastante baja y después del primer fracaso estábamos bastante pendientes de ella). A la basura también. Vamos, que llevábamos unos días desayunando muesli, que es muy sano y no requiere horneado.

Pero los fines de semana nos gusta mimarnos y preparar desayunos especiales, así que, inasequibles al desaliento, volvimos a la carga. Eso sí, con una nueva receta, muy fácil y muy rica, y con nuestros viejos amigos la canela y el cardamomo, que ya sabéis que funcionan muy bien juntos (¿alguien ha dicho kanelbullar?). ¡Y esta vez nos salió fenomenal!

Receta de granola casera de canela, cardamomo y almendras
(Para unos 300 gramos)

150 gramos de copos de avena (certificados sin gluten)
70 gramos de almendras troceadas
½ cucharadita de canela en polvo
½ cucharadita de cardamomo en polvo (las semillas machacadas de 3-4 vainas de cardamomo)
Una pizca generosa de jengibre en polvo
Una pizca de nuez moscada en polvo
Una pizca de sal
20 gramos de aceite de oliva suave (o de girasol)
30 gramos de sirope de arce (o de miel)

  1. En un recipiente grande mezclamos los copos de avena, las almendras, las especias y la sal.
  2. En un bol batimos juntos el aceite y el sirope de arce. Vertemos la mezcla sobre el resto de los ingredientes y removemos bien para que queden todos impregnados.
  3. Extendemos la mezcla sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal y horneamos a 160ºC durante unos 25-30 minutos. Mientras se hornea, abrimos el horno un par de veces y removemos un poco la granola para que se tueste de forma uniforme (porque los lados se queman más rápido que el centro).
  4. Sacamos la mezcla del horno y la dejamos enfriar en la propia bandeja. Cuando esté fría de todo la guardamos en un bote hermético para que se mantenga crujiente.

(Encontré la inspiración en Hungry by Nature)

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