Ya sé que no hace mucho que os traje la última receta de granola, pero los enanos insistieron. Les encantan los “cereales especiales”, como les llaman ellos, y además siempre les dejo ayudarme a prepararlos (aunque eso signifique que voy a acabar barriendo copos de avena pegajosos de todos los rincones de la cocina). Elegimos esta versión porque tiene tres de las cosas que más les gustan del mundo: crema de cacahuete, plátano deshidratado y chocolate.
Como con todas las granolas, lo único que hay que hacer es mezclar bien los ingredientes y tostarlos al horno. Os pongo la temperatura y los tiempos que funcionan con el mío, que con los cereales se vuelve bastante temperamental, pero os recomiendo estar pendientes de los vuestros mientras se hornean y sacarlos cuando veáis que ya tienen un bonito color dorado pero antes de que se quemen.